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La empresa atraviesa un difícil momento y podría presentar quiebra sobre el final del año
La empresa, hasta el momento no ha logrado conformar una economía sólida porque los resultados de las operaciones comerciales son totalmente inestables y casi todo tiene relación con la abrupta caída del hierro en el mercado internacional.
La otra parte, de la crítica realidad, tiene que ver con los litros de agua por segundo que necesita la empresa, para trabajar al interior del yacimiento, alimentar todo el circuito productivo y enviar el concentrado, en forma de lodo, hasta el área de pre-embarque, mediante un ferroducto.
Según sostuvo, el Gerente General de la MCC Minera Sierra Grande, Ing. Chen Qifang, la mesa directiva, está haciendo un gran esfuerzo para tratar de evitar el cierre teniendo en cuenta el impacto y las consecuencias sociales que podrían generar en la localidad serrana al tratarse de la principal fuente de trabajo.
También remarcó, que el pago de los sueldos y la continuidad de la firma, dependen exclusivamente de la venta de mineral y del respaldo que se les brinde desde el Gobierno de la Provincia de Río Negro.
En lo que resta del año, necesitan vender por lo menos unas 90.000 mil toneladas de concentrado de hierro y hasta el momento solo tienen confirmado un embarque de 30.000 que se realizará en el mes de septiembre.
Precisamente, ese será, el mes más complicado, porque no habrá dinero suficiente para garantizar el pago total de los haberes y el pago por la venta del producto ferroso recién lo recibirán en el transcurso de octubre.
Resulta más que evidente que para salir del ahogo económico, financiero y salvar tan dramática situación, deberán garantizar una venta promedio mensual y contar con la fortuna de que el precio del hierro recupere aunque sea, la mitad de su valor.
Memorandum
Los primeros en conocer la crítica situación que iba a comenzar a transitar la MCC Minera Sierra Grande, fueron los trabajadores que tomaron conocimiento a través de un memorandúm, distribuido en todos los sectores de la empresa, y en donde se les informó, por ese entonces, que los costos de producción no compatibilizaban con el valor del hierro en el mercado internacional.
En realidad, los costos de producción, son cuatro veces más elevados en comparación con el precio de venta y el conflicto que hoy se les presenta a los empresarios orientales, fue la misma problemática que no pudieron sortear desde la empresa estatal Hierros Patagónicos Sociedad Anónima y Minera (Hipasam).
La diferencia radica en la sobredimensión de personal que tenía HIPASAM, en los excesivos gastos, en las constantes medidas de fuerza para exigir aumento, aún cuando percibían uno de los haberes más altos de la Región Patagónica.
Tarifazo
Justo en el peor momento de la crisis surgen los aumentos de energía. La empresa, mientras tambaleaba, debió desembolsar cinco millones de pesos para hacer efectivo el pago de luz. El doble de lo que pagaba.
Después de un par de días, se hicieron presentes en la Secretaría de Trabajo de la Provincia de Río Negro, para entregar un preventivo de crisis, en el cual anunciaban la suspensión de más de un centenar de trabajadores y una serie de medidas tendientes a restringir cualquier tipo de gasto.
Los accionistas, ya se habían retirado del proyecto por lo tanto las finanzas dependen pura y exclusivamente de las ventas.
Inversión y sueldos
Para poner en marcha el circuito productivo, después de 20 años de inactividad. Hubo que estudiar en detalle las deficiencias presentadas por cada sector para planificar la reconstrucción, calcular la inversión que se sumó a la compra de maquinaria y tecnología de punta. La inversión inicial, de la Corporación China Metallurgic Group, fue de 100 millones de dólares.
La única apreciación cuestionable, en materia económica, son los bajos salarios que no superan los 8.000 mil pesos y se contradice con los montos estipulados en la ley de minería y con la realidad del costo de vida. Aún así, la minera desembolsa unos 122 millones de pesos anuales.
La vivencia y los trabajadores
La población de Sierra Grande sigue en silencio y envuelta en miedo, a la crisis minera, porque muchos de los habitantes que trabajaron en la ex HIPASAM, vivieron el flagelo del desarraigo, el desempleo y no les gustaría que esta situación se vuelva a suceder habida cuenta de que se estaría condenando a todo un pueblo y a una nueva generación, a deambular, por las distintas provincias de la Argentina, en busca de trabajo, para sentirse dignos.
Actualmente, trabajan en el yacimiento 335 personas, dos empresas de seguridad y también se ven beneficiados: los proveedores, comerciantes y diversas instituciones intermedias con las cuales han colaboran de manera significativa.
Descubren el hierro
En 1944, Manuel Reynero Novillo, “apodado el loco de las piedras”, descubrió la veta de hierro más grande de Argentina, hecho que derivó en la radicación masiva de miles de personas provenientes de las diversas provincias y de distintos países del mundo.
La entonces “Colonia Chilavert”, en donde solo se criaba ganado, pasó a ser la Capital Nacional del Hierro y su escasa población se incrementó ostensiblemente y llegó a tener unos 18.000 habitantes.
Desde 1973 y hasta 1989, el desarrollo que se sucedió en la población fue sumamente significativo, no solo por el crecimiento y reubicación de la localidad. También arribaron otras empresas, se abrieron una gran cantidad de locales comerciales, se inauguraron nuevas escuelas y se construyeron unos 900 inmuebles.
Fuente: http://eldiariodemadryn.com/