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El administrador general de la empresa Lago Escondido, Nicolás Van Ditmar, y el director de Energías Renovables de Patagonia Energía, José Michaux, mostraron hoy junto a otros directivos la central hidroeléctrica de paso de la estancia del magnate inglés Joe Lewis, que está a punto de ser concluida y compulsará en una licitación de octubre del programa nacional Renovar.
Destacaron que la empresa invirtió 450 millones de pesos en el emprendimiento, que tiene una potencia instalada de 7,2 mw y que el diseño y desarrollo se centró en el bajo impacto ecológico, lo que consideraron uno de sus mayores fortalezas.
La obra lleva un año y medio y apenas le queda un 10% para finalizar. En este tiempo contrataron directamente a 100 personas, mientras que en forma indirecta llegaron a las 250.
Patagonia Energía es una de las empresas de Lago Escondido (Hidden Lake en su nombre original), que además de esta usina tiene un proyecto de una similar para instalar en la cordillera chubutense, ambos casos pensados como un negocio en el ámbito de las energías renovables.
Lago Escondido está ubicado a unos 80 kilómetros al sur de Bariloche y a 40 al norte de El Bolsón, y desde el punto de generación energética hasta la eventual entrega al Sistema Interconectado Federal, la empresa emplazó un cableado subterráneo de 34 kilómetros, también en el marco de un plan de cuidado ambiental.
La iniciativa nació con el gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que puso en marcha un programa que subsidiaba la compra de energías renovables (eólicas, solares, de biomasa o hidroeléctricas de paso, como esta), con lo que los productores reciben un mejor precio por kilowatt que las usinas térmicas o hidroeléctricas basadas en embalses.
El gobierno de Mauricio Macri continuó y potenció estas políticas de fomento a generación de energía verde, poniendo en marcha el programa Renovar, y en octubre abrirá una licitación para la producción de 1000 mw en todo el país, de los que un cupo de 20 mw corresponde a proyectos hidráulicos.
“Compramos los pliegos el lunes pasado (25/7) y tenemos grandes expectativas en ganar la licitación, aunque habrá otros oferentes. Es posible presentarse sólo con el proyecto. Pero para entonces estaremos en condiciones de conectarnos al Sistema Interconectado inmediatamente y comenzar a entregar energía, lo que nos da una ventaja”, explicó el ingeniero a cargo del desarrollo.
Michaux guió una recorrida por el río Escondido, en donde tienen la captación de agua para derivar a seis turbinas, ubicadas a cinco kilómetros de ese punto, en una moderna planta de generación, con equipamiento totalmente nacional, como todo aspecto de este emprendimiento.
Mostró que la mayor “intervención” en la naturaleza es una rejilla que cruza el caudaloso río luego de un remanso natural, y que con un nivel de las aguas en casi su punto mínimo apenas se lo divisa.
El río tiene un caudal promedio de 7 metros cúbicos por segundo, de los que la central en su máxima potencia tomará 3,5 metros cúbicos, para reintegrar aguas abajo sin afectación ni contaminación alguna. “Incluso con mayor oxigenación”, destacó el ingeniero.
Destacó que si hay sequía y el caudal baja, la operación de la usina se reducirá también, “hasta detenerse si es preciso, para no afectar el ecosistema del río”.
El ducto que lleva el agua hasta la central tiene 1,2 metros de diámetro, y fue enterrado a lo largo del campo, tras lo que iniciaron un proceso de remediación del terreno.
“La idea fue un tendido por donde menos árboles había y donde no tuviésemos que atravesar rocas y laderas importantes. Se voltearon muy pocos árboles y la línea será reforestada con especies nativas, porque la empresa considera que lo más importante del lugar es el patrimonio natural”, señaló Julio Simón, a cargo de la parte ambiental de la obra.
En ese sentido destacaron que en sectores de roca no dinamitaron, como hacen todos los emprendimientos que tienen que avanzar en estos terrenos, sino que recurrieron a un lento y complejo sistema de cementación de grietas para desgranar la piedra.
Los tubos fueron comprados a un productor de Córdoba, al igual que las piezas para hacer doblar la cañería. El trazado tiene 30 curvas, lo que los obligó a desarrollar algunas piezas en el lugar, para no demorar la obra.
La central es un edificio sencillo de piedra a la vista, donde se alinean las seis turbinas, con sus generadores, transformadores y comandos.
Las turbinas fueron compradas a la fábrica de La Plata InSur. El gerente de esa empresa a cargo de la instalación en Lago Escondido, Carlos Formica, explicó cómo pasa el agua por cada turbina y la hace girar, para poner en marcha la generación.
Fuente: ANB