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Durante el año 2016, la AUH tendrá una mejora que apenas alcanzará el 32% acumulado, a la vez que todas las mediciones sobre inflación señalan que la misma girará en torno al 40% (la inflación de CABA acumulada a julio de 2016 es de 32%, que proyectado considerando 2% en agosto y septiembre y 1% en el resto de los meses alcanza 39%).
De este modo, puede afirmarse que sin transferencias adicionales para estos sectores beneficiarios de AUH, los mismos tendrán una pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos, que rondará el 8 % como mínimo.
Cabe señalar, adicionalmente, que la AUH creció un 40% en 2014, y un 30% en 2015, mientras que la medición inflacionaria para dichos años es de 31,61% y 26,67% respectivamente (datos Consultora Bein).
Asimismo, difícilmente la devolución del IVA para los titulares de AUH consiga compensar esta pérdida de poder adquisitivo. El costo de la canasta nutricional para adultos (considerando adulto equivalente) aumentó 600 pesos entre noviembre y junio. En este sentido, en el mejor de los casos, aquel que logra recuperar los $300 pesos de devolución de IVA (recordemos que los jubilados de la mínima tienen un tope de $300 mientras que el beneficiario de AUH tiene como límite $200) recupera casi el valor de la canasta al precio de enero, pero habiendo perdido el mismo monto desde noviembre hasta enero. Sólo le devuelven la mitad de lo que perdió.
Sumado a ello, tal como puede constatarse con los datos recientemente publicados, sólo el 7% de los potenciales beneficiados con la medida realizaron compras con tarjeta, siendo además mayoritariamente jubilados. Es decir, esta medida no significa un beneficio concreto para los titulares de AUH.