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Inaugurado días atrás e instalado dentro del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH) -actual Instituto Raúl Alfonsín en Chascomús- el nuevo Centro se propone “contribuir a una mayor y mejor producción” de animales mediante la utilización de la biotecnología reproductiva.
El proyecto nació a partir de una situación dramática en la se perdieron miles de ovejas en la Patagonia por la erupción del volcán Puyehue -en el 2011- que arrasó con el ganado y dejó a varias ciudades, como por ejemplo Villa La Angostura, bajo cenizas.
“Había que enfrentar esa crisis que disminuyó de manera dramática la población de ovejas en Río Negro, Neuquén y Chubut.
Los productores necesitaban reponer los ovinos y el proyecto propuso recuperar el número de cabezas y mejorar la calidad de las mismas”, comentó a Télam Rodrigo Sanabria, veterinario a investigador que integra el equipo de profesionales del Centro.
Si bien surgió para paliar una situación de emergencia, el objetivo es instalar la técnica y lograr una producción más eficiente promovida desde el Estado que beneficie a todo productor que quiera mejorar sus rodeos.
Para ello, en los laboratorios se trabaja con la biotecnología reproductiva, definida como “todas las manipulaciones que realiza el hombre para mejorar la performance y la producción de animales en términos reproductivos”.
El Centro, que pertenece al CONICET y a la Universidad Nacional de San Martín, está dirigido por el doctor en Biotecnología y Biología Molecular, Adrián Mutto, responsable también de haber logrado un procedimiento único en el mundo: clonar una vaca, luego llamada Rosita ISA, e introducirle dos genes humanos para que el animal produjera leche maternizada.
Ahora, junto con un equipo de tres veterinarios, un técnico y un ingeniero, Mutto puso manos a la obra este programa pensado para la recuperación del ganado en la Patagonia, pero también pensado para el productor que tiene un rodeo y busca una producción más eficiente. En este caso, no trabaja la clonación sino para mejorar la reproducción.
¿De qué se trata el mejoramiento genético?, consultó Télam.
La tarea consta de producir semen y embriones de animales con pedigree o raza pura y entregarlo a los productores que estén registrados en el programa para que puedan reproducirlo en su campo.
“Buscamos caracteres deseables del animal, como la lana fina, el buen peso o cuero de un cordero, para reproducirlo. Esos animales de mayor carga genética se buscan en majadas generales, de razas más comunes y esto ayuda a los productores por medio de producciones más eficientes”, explicó Sanabria.
El procedimiento involucra la recuperación de semen y embriones.
“Congelamos los embriones y los enviamos a los beneficiarios del proyecto. A su vez, capacitamos al veterinario para que haga esa transferencia, las nuevas ovejas nacen en el campo de cada productor”, comentó el profesional.
En este primer año, se prevé la producción de 300 embriones y 1000 dosis de semen.
Como antecedentes, figuran los centros de biotecnología reproductiva en Balcarce, y en Bariloche pero la diferencia, y lo que lo convierte a este Centro en pionero, es que establece directamente la línea de transferencia tecnológica a los productores.
La inversión total es de unos 10.300.000 pesos que otorgó el Prosap (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales) con fondos del Ministerio de Agroindustria y del BID.
“Teníamos 37 millones de dólares que se ejecutaron en las tres provincias afectadas por el volcán. Dentro de los 37 millones teníamos actividades de apoyo que se manejaban en las demás provincias, y así nació el proyecto de un Centro que tuviera esas características, ya que al tratarse de embriones se posibilita el traslado ante los controles fitosanitarios”, explicó a Télam Teresa Oyhamburu, jefa del área de gestión y programas de Prosap.
El programa comenzó como proyecto de recuperación productiva de post emergencia cuando terminó la erupción del volcán, y se extenderá hasta julio 2017.
Oyhamburu subrayó que aunque arrancó con la emergencia de la Patagonia, es un Centro “de referencia a nivel regional y es escalable”, es decir que cuando se instale la técnica y crezca podrán comenzar a comercializarse embriones para otras zonas.
“El objetivo es mejorar la producción en el sur pero como el Centro es multipropósito va a haber otros alcances”, advirtió.
En la misma perspectiva de futuro, Sanabria adelantó que lo que en principio se aplica en ovinos, puede extenderse también a otras especies animales como porcinos, equinos y específicamente bovinos, que abundan en la región bonaerense.
Fuente: Télam