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"No participo de las asambleas de autoconvocado, pero me suelo autoconvocar cuando puedo y considero necesario contra la megaminería contaminante”, asegura Analía Schulze, una veterinaria de San Carlos. Su manera de defender al planeta va desde participar en marchas populares hasta responder o comentar activamente cuanta publicación rueda en las redes sociales sobre esta “actividad extractivista”.
Aún no sabe bien por cuál de las intervenciones que hizo en la web sobre el incidente en la mina Veladero obtuvo la respuesta. Lo cierto es que esta joven mendocina se llevó tamaña sorpresa el mes pasado cuando recibió una carta de la Casa Rosada, donde el gobierno nacional le explicaba en su correo personal su desafío de apostar al desarrollo de esta actividad económica sin desatender el medio ambiente.
También se explayaba sobre las gestiones oficiales realizadas tras el vuelco de cianuro en San Juan e, incluso, algunas novedades sobre el registro de glaciares.
Después de esto, Analía se tomó unos días para responder la carta. “No fue fácil. Quería encontrar las palabras justas para contar con sinceridad lo que sentimos los pobladores de la montaña y por qué la defendemos”, confiesa.
La semana pasada envió su extensa y sentida respuesta a la Nación. De paso, despachó la misiva antiminera también a otros funcionarios provinciales y nacionales, e incluso a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Enseguida ingresó a su casilla de correo la devolución de Emilio Guiñazú -el subsecretario de Energía y Minería de Mendoza-, el único que ha respondido hasta el momento.
Por las dudas, ahora se entusiasma escribiendo otra carta, con las cosas “que le quedaron en el tintero”. Es su manera de aprovechar esta “posibilidad de expresión” que el destino puso en sus manos.
Después, trascendió que la misma nota de la Nación habría llegado al correo de algunas de las personas que dejaron su firma en la campaña que está llevando a cabo Greenpeace contra la minera Barrick Gold en el país, que también adjuntaba un pedido de aplicación de la Ley de Glaciares. Lo que llama la atención a los destinatarios es el “trabajo fino” que el Gobierno nacional realiza en internet para invertir en este tipo de respuestas personalizadas.
“Nos llegó un mail tuyo en el que expresabas preocupación por las actividades desarrolladas en la mina Veladero... Antes que nada, queremos que sepas que desde el Gobierno nos hemos planteado el desafío de generar un marco de políticas públicas y acciones que den confianza de que se puede desarrollar una minería con cuidado del ambiente y de las comunidades...”, reza la nota con membrete de Casa Rosada. El texto más abajo detalla las multas y acciones aplicadas contra la firma internacional que opera en San Juan y se extiende sobre el empleo que genera esta mina, el por qué no es sencillo que deje de operar y el hecho de que ninguno de los estudios científicos realizados sobre el derrame ha detectado “hasta el momento efectos en la salud humana”.
“Le digo señor presidente que a estas multinacionales NO les importamos en absoluto, NO les importa el ambiente ni el agua ni mucho menos las personas. He viajado por países donde la minería es y ha sido una de las actividades más importantes y me pregunté por qué eran países tan pobres".
"Yo he visto la mentira del progreso y del trabajo que proclaman y créame que NO traen nada de eso. Un claro ejemplo es Bolivia, Perú o África”, respondió Analía, quien ha visto con sus propios ojos el flagelo que denuncia.
“Yo lo invito a que recorra más los pueblos donde hay minería y hable más con las personas que viven ahí”, escribió la sancarlina, quien sostiene que el problema no se circunscribe a la contaminación del agua y los riesgos ambientales: “Tenemos la necesidad, como sociedad, de pensar en otro tipo de recursos y energías y formas de autoabastecernos. De lo contrario no tendremos planeta por mucho más”, advirtió.
Por su parte, en su respuesta, el subsecretario de Energía de Mendoza, Emilio Guiñazú, se centró en mostrar que la destrucción ambiental “no es exclusividad de la minería. La gran mayoría de las actividades económicas ejercidas sin responsabilidad provocan los mismos o peores daños” y puso de ejemplo los agrotóxicos en los cultivos.
“En Mendoza tenemos leyes que deben ser cumplidas y son claras las prohibiciones de ciertos procedimientos mineros. Tenemos una ley de aguas (que debe ser actualizada), una ley de glaciares y se trabaja fuerte en el ordenamiento territorial. Podemos hacer las cosas bien”, culminó el funcionario de Cornejo.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/