|
Los 40 empleados de la firma no perciben sus salarios desde junio, cuando los responsables abandonaron la planta. Desde ese momento, hubo varias manifestaciones, gestiones de la UOM y del Municipio, audiencias en el Ministerio de Trabajo con un referente de la empresa brasileña y una promesa de pago incumplida.
Luego de varias semanas en las que se perdió el contacto con los dueños de Cinpal, luego de que no abonaran la suma que habían prometido, se realizó el pedido desde la casa central de la Unión Obrera Metalúrgica de “desapoderamiento” y “confiscación” del establecimiento para poder continuar en mano de los trabajadores con la faceta productiva, pero no es una alternativa que convenza a la mayor parte de los obreros. Asimismo, hubo denuncias en la Justicia Federal por evasión simple.
Situación crítica
Alejandro Edén, uno de los obreros de Cinpal, explicó al Eco de Tandil que “la situación ya ha terminado porque en realidad no nos pagaron. El tipo se fue, no tenemos más comunicación con él y no vino más. No sé qué hay que hacer ahora, dependemos de (el secretario general de la UOM, Carlos) Romano, de lo que él pueda hacer y nada más”.
En tanto, estimó que no volverán a tener comunicación con el empresario brasileño a no ser por vía judicial y adelantó que ya muchos operarios están buscando otro trabajo pero continúan haciendo guardia en la toma de la planta por las maquinarias que se encuentran en su interior.
Recordó que en un determinado momento, cuando habían cortado el acceso al Parque Industrial, apareció un empresario que había ofrecido los 2 mil dólares que el dueño de Cinpal se había comprometido a pagarle a cada trabajador y no cumplió, a cambio de las tapas de cilindro que están en stock.
“El nos iba a dar la plata con garantía de las tapas, era un intercambio, pero no pasó nada. No apareció más, no sabemos nada de él”, indicó.
Frente a este complejo panorama, Edén sostuvo que “estamos todos complicados, si nos daban esa plata, íbamos a tener al menos un respaldo pero no recibimos nada”.
“En mi caso, yo alquilo y esto económicamente me hizo pedazos. Hay gente grande que está en una situación muy crítica. Uno es joven y puede buscar otro empleo pero hay gente grande a la que se le va a complicar más que a uno. Es desesperante”, expuso.
“Estamos en la nada”
El trabajador industrial contó que las familias, en general, viven esta situación con “angustia” porque “uno está mal y la persona que está al lado tuyo también y a veces tenés conflictos pero hay que remarla y salir adelante. Ahora estamos en la nada”.
“Quedarnos con la planta se descartó porque el dueño tiene que pedir la quiebra para eso y así tomarla nosotros, pero como el tipo no tiene iniciativa de eso, no es fácil”, afirmó.
Pero recalcó que “vamos a permanecer acá hasta que se defina todo. Hay gente que no va a venir más, otros que sí, capaz alguno agarra una changuita o un trabajo fijo y nos vamos cubriendo. Es la garantía que tenemos nosotros hoy en día, que no se lleven nada”.
“Si nosotros nos vamos no solo los empresarios se pueden llevar cosas, sino también acreedores que quieran cobrar lo que se les debe. Ojalá que se resuelva. Es todo muy lejano, pero en algún momento se va a definir, ojalá que sea bien para los trabajadores”, aseguró.
Una etapa que terminó
Consideró que el panorama es “desalentador” y confió que en lo personal “esto es una etapa que ya se terminó”.
“Si viene algún empresario que quiera comprarla es una planta que está en condiciones de producir, una de las más modernas de Argentina, las instalaciones vienen de Alemania. Es una lástima que esta fábrica esté en esta situación. Lo que pasa es que se debe mucha plata, es difícil empezar”, sostuvo.
Además, manifestó que “hay mucha gente que quiere trabajar en esta planta que en su momento tuvo 150 personas. Yo hace seis años que trabajo acá, y la verdad es que no me esperaba esto”.
“Estamos buscando otros trabajos porque uno puede aguantar un tiempo, pero después tenés que salir a buscar algo. Mientras tanto nos vamos a quedar acá hasta que se termine todo. No vamos a descuidar lo que hay aquí adentro”, afirmó.
En tanto, recordó que el dinero que recibieron de UOM y el Municipio, que fueron 5 mil y 3 mil pesos, y una ayuda para los cuatro que alquilan de 3.500 pesos y “con eso venimos remándola”.
“Esperemos que en algún momento se solucione y no molestar a gente que no tiene la culpa, no quisiéramos volver a cortar la entrada al Parque Industrial porque no nos ayuda ni a nosotros ni a nadie. Por culpa de estas personas que se fueron no queremos perjudicar a nadie, pero hicimos eso para que nos escuchen, sino nadie te escucha. Fue un año muy difícil y espero que el año que viene sea mejor”, deseó.