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Tal esfuerzo puede aquilatarse mejor si se tiene en cuenta que hace una década, cuando asumió el gobierno del presidente Evo Morales, el país no producía ni un megavatio mediante fuentes como el sol, el viento, el agua, la biomasa o el calor del subsuelo.
Ahora pueden constatarse proyectos como la planta solar de Cobija, que en plena Amazonía boliviana genera cinco MW/h; mientras que el parque eólico de Qollpana, en el central departamento de Cochabamba, aporta 27 megavatios al Sistema Interconectado Nacional.
De forma general, están en marcha 18 proyectos para producir energías limpias en distintos departamentos, los cuales garantizarán en cuatro años 148 MW/h por generación eólica, 173 MW/h de energía solar, 40 MW/h de la biomasa y 55 megavatios derivados de la geotermia, precisan datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energía.
Según el organismo, a través de la Empresa Nacional de Electricidad se prevé una inversión de mil 52 millones de dólares en este sector, mientras que en proyectos hidroeléctricos la suma asciende a dos mil 47 millones de dólares.
El programa de energías ecológicamente sustentables tendrá en Warnes, departamento de Santa Cruz, un importante centro de producción, pues allí se prevé instalar tras varias fases un parque eólico que debe aportar 40 MW/h para 2018.
Tanto en San Julián como en el Dorado se construirán estaciones similares con una capacidad de 30 MW/h cada uno, mientras en la sureña Tarija, el proyecto La ventolera agregará otros 20 MW/h para dentro de dos años.
En el caso de la energía fotovoltaica, ya se encuentra en licitación el proyecto para la planta que en Uyuni, departamento de Potosí, generará 60MW/h con una inversión de 94 millones de dólares.
Una instalación similar con potencial de 50 MW/h se erigirá en Oruro, mientras Yunchará agregará otros cinco MW/h a la producción eléctrica nacional.
Dentro de los proyectos de biomasa, puede citarse al central San Buenaventura, a unos 580 kilómetros al norte de La Paz, con un aporte de unos 10 MW/h al Sistema Interconectado Nacional a partir del uso del bagazo de caña. A ello se suman los ingenios Unagro y Aguaí con 60 MW/h en su conjunto.
Mientras en Riberalta y Cobija se concretarán instalaciones que garantizarán 20 MW/h cada una, mediante el procesamiento de desechos orgánicos.
Respecto a la generación geotérmica, está prevista la planta Apacheta-Potosí con una producción de cinco megavatios, al tiempo que las dos fases del proyecto Laguna Colorada, en el suroccidental departamento, aportará en su conjunto otros 100 gracias a turbinas que utilizarán el calor de un volcán subterráneo extinto.
De acuerdo con el presidente Morales, el Estado posee la capacidad de garantizar la inversión en estos proyectos de generación eléctrica, pues ‘tenemos la gran ventaja de que nos acompaña el crecimiento económico’.
Fuente: http://www.librered.net