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La petrolera YPF, controlada por el Estado argentino, pidió que se respete la confidencialidad del contrato firmado en 2013 con la estadounidense Chevron, del que recientemente entregó una copia a la Justicia, ya que de lo contrario supondría una "desventaja competitiva para la empresa".
La pasada semana, YPF entregó el texto del acuerdo, acusado de contener supuestas cláusulas secretas, en el plazo establecido por la Justicia a raíz de la decisión de la Corte Suprema argentina de incluir a la petrolera dentro del alcance de un decreto que reglamenta el acceso a la información pública.
En un comunicado, YPF ratificó que cumplió con el fallo de la Corte y entregó "en tiempo y forma" una copia, en sobre cerrado, del contrato suscrito con Chevron, para la explotación de yacimientos hidrocarburíferos en la provincia sureña de Neuquén.
La petrolera señala que presentó además un extenso escrito en el que solicitó a la jueza que adopte las medidas necesarias para que, en el marco del cumplimiento de la sentencia del máximo tribunal, "se preserve la divulgación pública de información de carácter confidencial".
YPF afirma que el contrato "posee un alto valor geológico, comercial, técnico o industrial, cuyo conocimiento por terceros competidores o futuros socios en la explotación del yacimiento Vaca Muerta pudiera redundar en graves perjuicios para el interés general".
En este sentido, recuerda que "el carácter confidencial" de los contratos es de "práctica habitual" en la industria petrolera y forma parte de todos los contratos comerciales que cualquier compañía petrolera firma en el curso normal de sus operaciones.
"La actividad de YPF como sociedad comercial requiere, para su desarrollo normal que se le garanticen condiciones operativas similares a las de sus competidores", añade la petrolera controlada por el Estado desde la expropiación a la española Repsol en 2012.
Es así que "cualquier asimetría en el manejo de la información comercial o industrial supondrá una desventaja competitiva para la empresa", continúa, dado que "implicará una merma en su poder de negociación frente a terceros y constituirá un factor que desalentará a terceras empresas a asociarse con YPF bajo términos confidenciales".
Por eso la compañía expresa su "firme voluntad" de cumplir con lo dispuesto por el decreto de acceso a la información pública sin perjuicio de recurrir a las protecciones previstas en materia de cuestiones industriales, comerciales, financieras y técnicas.
La orden para desvelar el acuerdo se produjo a raíz de una demanda iniciada por el senador socialista Héctor Rubén Giustiniani y otros dirigentes políticos, luego de que YPF se negara a brindar información sobre el acuerdo rubricado entre ambas petroleras en 2013, sobre todo la relacionada con la calidad ambiental y las actividades que desarrollarán.
YPF destaca que como consecuencia del acuerdo con Chevron se invirtieron, a diciembre de 2015, 4.700 millones de dólares, de los que 3.433 millones fueron aportados por la empresa estadounidense e ingresaron al país mediante el mercado de cambio oficial.
Además se perforaron 470 pozos, se crearon más de 5.000 puestos de trabajo en Neuquén, se generaron más de 150 millones de dólares de regalías e impuestos provinciales y una suma similar de impuestos nacionales.
También destacan que se construyó una planta de tratamiento de petróleo crudo con capacidad de 8.000 metros cúbicos diarios y se aportaron 45 millones de dólares con destino a programas de responsabilidad social empresarial, conjuntamente con la provincia del Neuquén, entre otras inversiones.