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La canciller argentina Susana Malcorra justificó hoy el reconocimiento inmediato de este país al gobierno de Michel Temer en Brasil, pese a que la suspendida presidenta Dilma Rousseff y varios países han calificado el caso como un golpe institucional.
La ministra de Relaciones Exteriores advirtió que “no es responsabilidad de Argentina” legitimar o no a Temer, sino que hubo un procedimiento interno que se cumplió “a rajatabla y que hemos estado mirando de cerca”.
Pese a los reclamos en Brasil y en el exterior, afirmó que el gobierno argentino no encontró “dentro de la formalidad del proceso” de suspensión de Rousseff ninguna razón para considerarlo ilegal.
“No es que el gobierno argentino tiene que legitimar, hay un camino establecido en la presidencia de Temer, que ha designado un gabinete y como tal tenemos que, sin lugar a dudas, conversar, relacionarnos y trabajar con él”, explicó.
Argentina fue el primer país que reconoció a Temer como presidente en funciones de Brasil, cuando todavía no había pasado ni media hora de la suspensión de Rousseff, que sigue generando protestas masivas debido a las irregularidades en el proceso de juicio político.
Además, Malcorra recibió este lunes al nuevo canciller brasileño, José Serra, pero a diferencia de las visitas internacionales que habían venido en los cinco meses de gobierno de Macri, la reunión fue estrictamente privada y no hubo conferencia de prensa conjunta.