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El economista Joaquín Berro Madero del IERAL de la Fundación Mediterránea señaló en el análisis que en el caso del gas, mientras los costos se triplicaron entre 2013 y 2016, la facturación sólo se duplicó.
Así "las distribuidoras de electricidad duplicaron la magnitud de sus pérdidas anuales entre 2013 y 2016, pasando de -12% a -24% de la facturación", señaló.
"Los resultados que muestran los balances de las principales empresas distribuidoras de gas y energía eléctrica para el primer trimestre del año, dan cuenta de la compleja situación que enfrenta el sector energético local si se lo analiza con visión de futuro", manifestó el especialista.
Explicó que "con incidencia de costos crecientes y poco margen para completar la actualización de tarifas, los indicadores de rentabilidad se muestran cada vez más negativos". El trabajo de evaluación realizado fue en base a los libros contables que remiten a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires un panel fijo de 11 empresas cuya actividad principal es la distribución, tanto de servicio de gas como de energía eléctrica.
Por disposición de datos, la evaluación se puede efectuar en el período que va de 2013 a 2016, en el sector del gas y, de 2012 a 2016 en el sector eléctrico. Según reflejan los balances de las empresas distribuidoras de gas, los costos han crecido en forma ininterrumpida, desde 2013 a este año, en términos de su incidencia en la facturación de las firmas.
"Naturalmente, esto provocó que los resultados sean cada vez más negativos. Si se realiza un número índice con base igual a 100 en el primer trimestre de 2013, se tiene que los costos han crecido siempre a una velocidad mayor que el volumen facturado por la distribución de gas", añadió Berro Madero.
Asimismo, la diferencia entre la dinámica de los costos y la de la facturación se hace más intensa a partir de 2014, luego de la devaluación del primer trimestre.
"Los costos se llegaron a triplicar entre 2013 y fines de 2015, mientras que la facturación poco más que se duplicó. Para el primer trimestre del año, se registra una merma en la dinámica de los costos, pero acompañada con un movimiento similar en el volumen facturado", indicó.
En este contexto, los indicadores de rentabilidad muestran resultados negativos o pérdidas netas cada vez más pronunciadas.
Por ejemplo, mientras que en 2013 el resultado operativo representaba el 23,1% del total facturado; en el primer trimestre de 2016 significó solo 7,2%.
"En tanto, la rentabilidad neta acumulada en doce meses ha estado en terreno negativo de 2014 a la fecha, representando cada vez una porción más grande de lo recaudado (-7,8% en 2014 versus -14,9% este año)", añadió en el reporte.
En el sector distribuidor de energía eléctrica los datos reflejan un comportamiento similar: "Si bien, en este caso el resultado operativo de las empresas refleja un comportamiento más estable, los márgenes de ganancia neta han sido cada vez más negativos".
"El cociente entre el resultado operativo y el volumen facturado ha permanecido flotando entre una banda de 28% y 40% para toda la seriedesde 2013", añadió.
Mientras que, por su parte, la pérdida neta del conjunto de empresas distribuidoras de energía eléctrica ha pasado de -12% en 2013 a -24% de la facturación este año, "duplicándose en cuatro años", sostuvo.