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La letra chica amenaza el sueño eólico
La secretaría que conduce Sebastián Kind dio a conocer el pliego con el que se licitarán los 1.000 MW de fuentes renovables. Las condiciones abren la cancha a grandes jugadores y reducen el panorama para las locales.
Al menos 10 carpetas se retiraron de las oficinas locales con la intención de analizar los cuatro proyectos con los que el gobierno de Omar Gutiérrez busca presentarse a la licitación para renovables (RenovAr) convocada por Nación. Pero, conocidos los sofisticados requisitos incluidos en los pliegos –elaborados por la subsecretaría de Energías Renovables– el optimismo neuquino redujo al mínimo sus expectativas.
La agencia de inversiones de la provincia (ADI-NQN), que tiene a su cargo los proyectos de renovables, alistó tres proyectos propios y un cuarto, con participación privada, por 300 MW de potencia instalada. Lo que se conocerá el lunes será quienes continuarán en carrera para aportar el capital y la operación para desarrollarlos.
Desde el gobierno se había anticipado que, por las ventajas de los parques neuquinos, como puntos de conexión disponible, infraestructura cercana y mediciones certificadas, los interesados no eran pocos. Se apuntó que se trataba de jugadores locales pero con peso específico propio.
Sin embargo la convocatoria del gobierno nacional para licitar la instalación de energía renovable llegó con algunas sorpresas. Inicialmente la gestión de Mauricio Macri licitará 1.000 MW de fuentes limpias, de los cuales sólo 600 MW serán eólicos. Por esto difícilmente Neuquén pueda colocar todos sus proyectos ya que suman la mitad de lo licitado.
Pero con la publicación de los detalles del pliego licitatorio llegó el resto de las novedades. El texto, redactado por el secretario de Energías Renovables, Sebastián Kind, fundador de una consultora del sector (Aires Renewables), tiene varios aspectos que llamaron la atención. En principio se destaca que el periodo de consulta, si bien es de 20 días y pueden elevarse preguntas, no admite modificaciones formales. “Lo que está, es lo que queda”, según “Río Negro Energía”, que supo que Neuquén pedirá dos aclaratorias por el tema de la servidumbre de paso.
Otro tema son las “garantías de mantenimiento de la oferta”: exigen a cada uno de los interesados 50.000 dólares por cada MW a licitar. Para el paquete neuquino se necesitaría dejar en caución unos 15 millones de dólares. Los fondos sólo se liberarán una vez concluido el proceso y sujeto a que no se haya falseado información o cometido otra irregularidad.
Pero más significativo aún resultó ser el tipo de jugador que busca el área de Kind. El pliego exige que cada interesado para poder participar deberá acreditar, vía su último balance, un patrimonio neto de 500.000 dólares por MW que busca licitar. Es decir que los proyectos neuquinos (dos parques de 50 MW y dos de 100 MW) deberán encontrar socios con patrimonios netos a diciembre de 2015 de entre 25 y 50 millones de dólares.
Además, el pliego establece que las empresas interesadas deben “acreditar” experiencia en la construcción y operación de tecnologías similares en los últimos 10 años y por al menos el 33% de la potencia que pretenden instalar. Esto reduce las posibilidades de los jugadores nacionales a un puñado de no más de cinco empresas –entre ellas las petroleras– y habilita el juego a firmas internacionales de peso.
Pero lo que más llamó la atención a quienes analizaron la letra chica es algo que denominaron como “el sobre secreto”. Diez días hábiles posterior a la presentación de los sobres por parte de los oferentes, la autoridad de aplicación (la subsecretaría de Energías Renovables) remitirá a Cammesa un sobre “cerrado y lacrado” con los precios máximos a pagar por MW en cada tecnología.
La operadora del mercado podrá contratar por encima de la potencia definida a quienes presentes valores inferiores y por hasta el volumen del llamado (1000 MW) a quienes presenten cifras superiores pero acepten adecuarse a los topes fijados.
Aseguran que las exigencias buscan sumar transparencia al proceso. Las críticas apuntan a la cercanía de los funcionarios con el sector.
En números
u$s 2 millones es el valor estimado por cada MW eólico que se pretenda instalar. Neuquén necesitaría u$s 600 millones
1.000 MW son las mediciones mínimas que debe acreditar una consultora para ser aceptada.
u$s 500.000 por cada MW que se intente licitar es el patrimonio neto que debe tener la firma interesada.
Federico Aríngoli