|
El vecino José Olás, del distrito El Potrero, en la localidad catamarqueña de Andalgalá, se sorprendió días atrás cuando encontró un esqueleto humano.
Sospechando lo importante del hallazgo, dio aviso a las autoridades del Museo Arqueológico "Samuel Lafone Quevedo”, quienes tras varios días de trabajo dieron a conocer se trataba de un enterratorio de 1300 años que tiene una estructura funeraria hecha con bloques de canto rodado colocados encima del cuerpo del individuo enterrado a dos metros de la superficie del terreno.
"El cuerpo yacía en posición fetal, con las rodillas y las manos orientadas hacia el pecho y la cara hacia arriba. Había una piedra laja que tenía el tamaño del cráneo humano, que era la que tapaba el rostro del individuo”, manifestó David Álvarez Candal, arqueólogo y responsable del Museo Arqueológico.
Seguidamente, agregó que lo que les llamó la atención fue una estructura de piedra que estaba salpicada por un revoque de barro. "No hemos visto estas características en ninguna excavación anterior”, señaló el arqueólogo, indicando que en el lugar no había material asociado que lo llevara a precisar una antigüedad.
"Entendemos por las prácticas funerarias, las variantes y singularidad del hallazgo que puede ser un enterratorio de 1100 a 1300 años de antigüedad, una época de transición entre el periodo medio, donde se destaca la cultura arqueológica de La Aguada y el periodo tardío de la cultura arqueológica Belén y de las urnas Andalgalá”.
Según anticipó el investigador, se profundizarán las tareas superficiales realizadas. Se espera que el cerámica cercana al espacio, pueda ayudar a corroborar la presunción cronológica cultural de los restos.