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Los árboles tradicionales de cerezos miden alrededor de 3,5 a 4 metros de altura y para alcanzarlos deben utilizar escaleras, lo que es peligroso y hace que el trabajo sea más lento. Es por esta razón, que el equipo de investigadores de la facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, liderados por la PhD Marlene Ayala, se encuentran hace cinco años desarrollando distintas alternativas que permitan reducir el tamaño de los árboles, disminuyendo los costos de la mano de obra y aumentando la eficiencia productiva.
“Para armar un huerto pedestre lo que hacemos es guiar un árbol, sus ramas y tronco para que lleguen a la forma y altura que queremos”, señala la investigadora. “El árbol se divide en dos partes, el portainjerto (raíces y parte del tronco) y el injerto o variedad de donde obtenemos la fruta. Esta combinación es clave para darle forma al árbol, por eso es que es importante saber elegir bien la variedad con el portainjerto y que éstos, sean compatibles con el suelo en donde se establecerá el huerto”, indica Ayala.
Sistemas de conducción
Un sistema de formación y conducción para el desarrollo del cerezo es el que permite controlar el vigor para obtener árboles de menor tamaño, más productivos y que entren anticipadamente en producción. Los investigadores de la PUC, gracias al financiamiento del Gobierno Regional de O´Higgins, han evaluado hasta la fecha cuatro alternativas y hoy ya pueden sacar conclusiones.
Uno de los sistemas de conducción para el cerezo es el KGB, árboles bajos con varias ramas que salen desde un punto de crecimiento central situado muy cerca del suelo. “La fruta se produce en dardos exclusivamente y lo que hace el cosechero es inclinar la rama y ponerla sobre su hombro y cosechar manualmente sin la necesidad de usar escalera”, señala Román Toro, otro de los investigadores de la universidad.
El UFO es uno de los sistemas de conducción que se caracteriza porque su tronco se planta inclinado en 45 grados y del cual emergen ramas erectas que van generando una muralla frutal. “Este es un sistema plano, donde tenemos flores a ambos lados de estos brotes verticales y que nos permite contar con un huerto pedestre o bien mecanizarlo y usar una plataforma”, explica la Ingeniera Agrónoma Marlene Ayala.
El TSA es otro de los sistemas de conducción, consistente en un eje de menor volumen y más podado que se planta en mayor densidad y se deja a una altura de entre 2,5 a 2,8 mts. De este eje se espera obtener entre 20 a 30 unidades frutales. “Son árboles bastantes livianos; que han bajado su estructura; en general predomina la fruta más que la estructura”, comenta Ayala.
El V-Trellis es un sistema con dos ramas madres con cargadores con fruta y con una inclinación de ramas horizontalmente. “De todos los sistemas que hemos evaluado, con el V-Trellis tuvimos buen rendimiento, buen calibre y es 100% peatonal. Su limitación es la inversión inicial”, indicó.
Costos de producción
Una investigación realizada por la misma de casa de estudios, concluyó que, el ítem mano de obra corresponde a un 60% del total de los costos anuales y de eso, un 30% proviene de la cosecha.
Es sabido que la disponibilidad de personas para participar en las labores frutícolas es cada vez menos, debido al interés por trabajar en rubros más rentables. La escasez de mano de obra en este sector, es un fenómeno que se origina a partir de diversas circunstancias como el crecimiento del comercio, el importante desarrollo del sector minero y el dinamismo de la construcción.
El trabajo que vienen desarrollando estos investigadores, financiado por el Gobierno Regional de O´Higgins a través del Fondo de Innovación para la competitividad (FIC) y su Consejo Regional, busca aumentar la competitividad de los huertos de cerezos, mejorando la eficiencia de la mano de obra.
“Nosotros como la principal región productora y exportadora de cerezas hemos apostado por financiar este tipo de investigaciones, ya que, por una parte, tendrán un impacto económico importante y por otra, resguarda la seguridad de nuestros trabajadores frutícolas”, indicó el Intendente de la Región de O´Higgins, Pablo Silva Amaya.
La especialista de la PUC comenta que los huertos pedestres tienen otras ventajas más. “Menor tamaño de los frutales, bajo volumen de ramas, mayor producción por metro lineal, cosecha temprana, son amigables con las labores de poda, raleo y cosecha y, además, se puede controlar de mejor forma la calidad de la fruta”. En promedio -señala- se puede cosechar entre un 20 a 30% más cerezas por minuto en sistemas pedestres, comparado a un sistema de eje central tradicional”, sostiene la investigadora.
Se espera que con estas técnicas de modernización de los huertos de cerezos se logre aumentar aún más la productividad del rubro y el país siga manteniendo el liderazgo de esta industria.
Fuente: http://elurbanorural.cl