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Diego Eduardo López Sosa de 36 años y Ricardo Alfredo López Sosa de 39, ambos domiciliados en calle Gobernador Moyano 543 de Río Gallegos, fueron los autores materiales del secuestro de Roberto Néstor Sosa de 57 años, a quien sacaron de su domicilio en calle Labaké 172 de esta capital, alrededor de las 2 de la mañana del día domingo 8 de mayo.
De acuerdo a lo denunciado por la señora Rosana Fernanda Chia, la esposa de Roberto Sosa, los hermanos Ricardo y Diego López Sosa llegaron al domicilio ubicado en calle Labake al 170 en donde tras llamar al dueño de casa por su nombre de pila le dijeron dos frases de ocasión y lo metieron de "prepo" en la misma camioneta que habían estacionado minutos antes en la puerta de la vivienda de Sosa.
A los pocos minutos de retirarse de allí, la mujer comenzó a recibir insistentes llamadas desde el teléfono de su esposo, a través del cual la podía escuchar que era agredido físicamente y en la última llamada el propio secuestrado le dijo “está todo bien; estamos tomando una cerveza con los chicos y llego a casa más o menos a las 03:00”.
Inmediatamente tomaron a su cargo el caso el Comando Radioeléctrico, la Unidad de Delitos Complejos de la policía y alrededor de las 04:00hs, rastreando al vehículos por las características aportadas, lo encontraron estacionado sobre la vereda de calle Gobernador Moyano 543. A partir de allí, la policía colocó un servicio de vigilancia que a las 04:20hs logró observar a tres personas abandonando el domicilio. La policía procedió a la detención y fueron conducidos a la Unidad Regional, Roberto Sosa, que había sido denunciado como secuestrado con los dos supuestos secuestradores.
Roberto Sosa
Roberto Néstor Sosa fue una persona de total confianza de Néstor Kirchner, lo sigue siendo de Cristina Fernández y también es alguien muy cercano a al actual gobernadora Alicia Kirchner.
Por Decreto Nº 774 del 2008 fue designado por CFK como Asesor Presidencial con rango y jerarquía de Secretario.
En un primer momento fuentes del caso trataron de desvincular el hecho de cualquier connotación política y le dieron una interpretación policial. Sin embargo, desde los ámbitos políticos el secuestro y liberación del ex secretario del ex presidente de la Nación fue tomado con alarma, en momentos en que la provincia atraviesa una grave crisis económica y social.
Los mismos voceros reconocieron que a Sosa los secuestradores lo golpearon con violencia y lo dejaron mal herido. Le pegaron trompadas, patadas, sobre todo en el rostro. En la mañana del lunes, de hecho, la víctima permanecía internada. "Fue una privación ilegítima de la libertad", reconoció el jefe de la comisaría 4° de Río Gallegos, Jorge Ortiz.