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El acuerdo con los empresarios y el Gobierno nacional parecía no detener al poderoso gremio petrolero que encabeza el senador Guillermo Pereyra (MPN). Según había anticipado, el próximo viernes movilizaría a toda la estructura que maneja por el centro de la capital de Neuquén para enviar un mensaje a Buenos Aires: que no se aceptan despidos. Con el reclamo en Comodoro Rivadavia latente, demostraba que no importan los acuerdos electorales en estos tiempos. Pero sobre el cierre de este martes algo cambió.
"Queremos acompañar al Gobierno, pero también queremos respuesta a nuestros representados", dijo el conductor del gremio de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa en declaraciones a LU5 anticipando que la movilización caducó. Todo indica que un mano a mano con Rogelio Frigerio calmó los ánimos y dispersó la idea de una gran marcha.
Las causas
“No vamos a permitir despidos”, reiteró el legislador que mantiene influencia en un sector del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y por su rol en la Confederación General del Trabajo (CGT) de Hugo Moyano, quien se posicionó en contra del presidente Mauricio Macri, decidió ir a fondo con la convocatoria que podría haber alcanzado a 15 mil trabajadores.
El reclamo salió a la luz en un momento especial de la actividad petrolera. La denominada crisis en las provincias productoras de hidrocarburos alertó a la mesa chica del macrismo que todavía no puede encausar la relación con los gremios que anticiparon no “dar un paso atrás” para conservar los puestos de empleo.
Efecto contagio
Con el rumor (cada día más grande) de que pasen a disposición a más de 1200 trabajadores del sector, a Pereyra no le quedó otra que replantearse su relación con la Casa Rosada sin importarle la reunión con Marcos Peña y Rogelio Frigerio programada para este miércoles. “La única crisis es la de los trabajadores amenazados” porque “se los llama para acordar el despido, son aprietes que no vamos a permitir”, advirtió Pereyra según publica el diario La Mañana.
A principios del mes, cuando la situación en los lugares de trabajo comenzaba a ponerse complicada por la presión de las patronales, el titular del gremio de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa exigió que desde Capital Federal tomen medidas urgentes: “Para evitar cualquier grado de conflictividad hay que convocar a una instancia de diálogo social: que se sienten en la misma mesa dirigentes sindicales, empresarios y gobierno para plantear la situación y evaluar cómo podemos salir”, expresaba.
No importan los acuerdos. Cuando el diputado nacional Sergio Massa (Frente Renovador) quedó afuera de la segunda vuelta presidencial, Pereyra decidió apostar su ficha con Macri al igual que Moyano. A diferencia del exgobernador Jorge Sapag, quien se jugó todo por Daniel Scioli, siempre buscó distanciarse del kirchnerismo e incentivó a los candidatos que le hacían fuerza en los comicios para crecer en el MPN.
“De Pereyra ya no me sorprende nada”, aseguraba el legislador provincial Luis Felipe Sapag cuando la interna había reaparecido tras acusar de “ñoqui” al mandatario provincial saliente. (Letra P)