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Apenas un centenar de mineros resiste bajo tierra mientras Europa sólo da continuidad a los cielos abiertos
Durante los últimos 25 años la minería leonesa ha sufrido un laminado lento y mortal. Cada día, desde 1991, un minero ha colgado las botas. Y su puesto, nunca ha sido repuesto. Así, uno tras otro, hasta dejar el sector en la situación en la que hoy se encuentra.
Entonces el sector contaba en la provincia de León con 10.000 trabajadores. Hoy, un cuarto de siglo después, la realidad es terriblemente dura. "La realidad es que hoy como mucho pueden quedar cien mineros de interior, y no creo que se alcance esa cifra", reflexiona Antonio Colinas.
Colinas, como tantos otros, ha visto de todo en este sector. Ha visto la época de bonanza y de sueldos 'contundentes' y ha vivido en primera personas los expedientes de regulación, los impagos, la pelea en la calle y la muerte de compañeros. La mina, una cultura social y laboral, agoniza desde hace décadas y nadie ha planteado una solución solvente.
Abandono
Así, día a día, hasta llegar a un punto sin retorno. Y en ese punto, no queda nada. "Queda el cierre, el cierre de la minería de interior, el abandono de esas explotaciones en 2018", sentencia Colinas.
Y es que en ese año la guillotina que en tantas ocasiones se había anunciado desde Europa bajará hasta rebanar el cuello del sector. En el mejor de los casos, se recuerda, sobrevivirán "las explotaciones de exterior, pero las de interior nada de nada".
El mejor ejemplo, se advierte, es el de la Hullera Vasco Leonesa, hoy en proceso de liquidación y por la que ya nadie da un duro: "La Vasco es una muestra clara de la situación en la que nos encontramos. Si hay un valiente que compra el interior tendrá que hacer frente a unas devoluciones de ayudas que alcanzan los 72 millones de euros. Y eso hoy es imposible. El exterior es más apetecible porque habrá que devolver seis millones y por ahí se puede conseguir algo".
Dinero para ayudar a morir
Fue este viernes cuando la Comisión Europea confirmó que los planes españoles de conceder 2 130 millones euros para el "cierre ordenado" de 26 minas de carbón 'no competitivas" se ajustan a las normas sobre ayudas estatales de la UE. "Es dinero para ayudarte a morir", se recuerda hoy desde el sector.
Ese dinero además de cubrir las pérdidas productivas (700 millones de euros) incluye el coste de las prejubilaciones, bajas incentivadas o indemnizaciones de los trabajadores que se quedarán en el paro derivado del cierre de las minas (1.300 millones). También se financiarán la seguridad y las obras de rehabilitación necesarias tras el cierre de los pozos antes de 2019 (130 millones).
La minería de interior está muerta
Y esa es la realidad. El próximo 7 de junio en la Escuela de Minas de Madrid, se firmará el Acuerdo en Defensa de la Minería del Carbón y las Comarcas Mineras, entre otras entidades con la Junta de Castilla y León y los gobiernos autonómicos de Asturias, Aragón y Castilla-La Mancha. Será, si acaso, el último y desesperado intento por alzar la voz en medio del desierto.