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Con el objetivo de potenciar la agricultura a pequeña escala en el país, un grupo interdisciplinario —integrado por especialistas de INTI— trabajó en la construcción de un equipo multicorte de bajo costo. La herramienta de labranza se destaca tanto por su robustez como por su versatilidad, lo que permite realizar la mayor parte de las tareas de preparación del suelo y de cultivo a partir de diferentes combinaciones de sus accesorios.
“El equipo facilita la reducción de los tiempos de labranza del suelo y mejora las condiciones laborales de los productores agrícolas”, destaca el ingeniero Pablo Taboas del Centro INTI-Mecánica, área que participó del desarrollo junto al Programa de Tecnología Industrial para la Agricultura Familiar del Instituto. Los especialistas trabajaron en la adaptación del motor, en el diseño de enganche de la herramienta a la máquina y en el proceso de validación a campo con productores.
Esta iniciativa surge a partir de una demanda de la Cooperativa de Trabajo ICECOOP al INTI. El emprendimiento desarrolla y promueve la tecnología de labranza vertical-horizontal de tipo multicorte. A raíz de la vacancia tecnológica a escala disponible en el mercado, se propuso desarrollar una herramienta con tecnología para tractor, tipo monocultor y fabricar un prototipo para su ajuste y validación.
El dispositivo está compuesto por un enganche, una barra, una pata movible con registros de profundidad, dos juegos de saetas (puntas), y un aporcador (que remueve la tierra). Su particularidad está dada por ser más sustentable que otras (como el arado común o el motocultivador) con el suelo: los cortes horizontales y verticales no mezclan los horizontes de tierra, cortan las malezas evitando el uso de herbicidas, permiten mayor aireación y mantenimiento de la humedad. Esto último resulta de vital interés si se tiene en cuenta que cada horizonte posee características físicas y químicas específicas.
Además favorece un manejo más eficiente del agua, al hacer posible su infiltración. Los gastos operativos se reducen del 30% al 50% debido a la disminución del número de labores necesarias y requerimientos energéticos, y a una mejora en la calidad del trabajo. Sumado a ello, su sencillez constructiva y robustez reduce el uso de piezas de repuesto.
Los profesionales de INTI también estuvieron involucrados en la adecuación socio-técnica de la herramienta, lo que implicó un diálogo entre los actores durante el diseño, el desarrollo y la construcción del equipo teniendo en cuenta los saberes técnicos y locales. También analizaron la disponibilidad de materiales en la región, a fin de fabricar el dispositivo localmente.
El desarrollo está enmarcado dentro de un proyecto financiado por el programa PROCODAS del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y participan también profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad de Luján.
“Actualmente se están realizando pruebas del equipo con productores para implementar ajustes finales. Consideramos que la tecnología presenta una alternativa de gran interés para el sector”, anticipa Gustavo Pereira, del Programa de Tecnología Industrial para la Agricultura Familiar del INTI.
Fuente: (Por Valeria Montenegro/INTI/InfoGEI)