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El plan apunta a proveer de agua potable, mediante el proceso de desalinización, a la población de las ciudades de Puerto Deseado, de unos 20.000 habitantes, y Caleta Olivia, de 80.000.
El ingeniero reivindicó que “este es un trabajo que se diseñó, gestó, fabricó y desarrolló integralmente en Mar del Plata por profesionales formados en la universidad pública marplatense”.
El proyecto, que “cuenta con un sistema de recuperación de energía que garantiza una reducción del consumo energético superior al 40 por ciento, comenzó a ser explorado por la firma marplatense hace más de 10 años, durante los cuales trabajó en conjunto con organismos nacionales, provinciales, municipales y privados, para optimizar la implementación del plan.
Durante el proceso de diseño, ingeniería, fabricación, montaje y puesta en marcha intervinieron más de 35 profesionales formados en la Universidad de Mar del Plata. La planta fue recientemente puesta en marcha en Puerto Deseado, con una producción de “3.000 metros cúbicos por día de agua potable a partir de agua de mar, lo que cambiará la realidad de la zona y de los pobladores de la región” enfatizó Camezzan.
“Esta planta fue construida en módulos para facilitar su traslado desde nuestra sede en Mar del Plata hacia el sur, donde profesionales de la empresa fueron los encargados de capacitar a quienes operan el sistema en el lugar”, relató.
El sólido equipo de profesionales involucrados fue dirigido por el ingeniero Manuel García de la Mata, quien a su vez es docente en la Facultad de Ingeniería de la universidad marplatense.
“Desde la empresa consideramos que la formación profesional es una de las claves para el desarrollo exitoso de proyectos que involucran soluciones de ingeniería innovadoras, por lo que evaluamos alternativas que nos permitan contribuir con el proceso de formación profesional de nuestra Universidad”, forma también de retribuir lo tanto que nos han dado, definió Camezzana.
El ingeniero contó que, aunque el proceso de desalinización es muy común en distintas partes del mundo, “en Argentina somos pioneros en este sistema, y existen otros potenciales proyectos en la zona en los cuales también estamos trabajando”.
El especialista sostiene que la potabilización de agua de mar en algunos casos “representa una alternativa superadora frente a la dependencia de acuíferos o cursos de agua dulce como lagos o ríos, ya que el bombeo por acueductos de gran extensión implica grandes costos de inversión y requieren un nivel de mantenimiento elevado lo cual incrementa los costos totales de operación”.
Con respecto a la financiación, comentó que trabajaron conjuntamente con el ente de saneamiento Enohsa y la provincia de Santa Cruz.
El costo operativo de potabilizar agua de mar “es menor a los 18 pesos cada 1.000 litros de agua (0,018 pesos por litro), y en algunos casos de grandes plantas, hablamos de unos 3 pesos los 1.000 litros, como el de la desalinizadora más grande del mundo, en Sorek, Israel”, informó Camezzan.